Salud Cognitiva y Adultos Mayores


La salud cognitiva —la capacidad de pensar, aprender y recordar con claridad— es un componente trascendental en la salud del cerebro. Otras capacidades pueden ser:

  • Función motora: qué tan bien se ejecutan y controlan los movimientos.
  • Función emocional: qué tan bien se interpretan y se responden a las emociones.
  • Función sensorial: qué tan bien se sienten y se responden a las sensaciones del tacto, incluida la presión, el dolor y la temperatura.

Cuide de su Salud Física

Cuidar su salud física puede ayudar a su salud cognitiva. Usted puede:

  • Realizarse los exámenes de salud recomendados.
  • Manejar problemas de salud crónicos como diabetes, presión arterial alta, depresión y colesterol alto.
  • Consulte con su proveedor de atención médica sobre los medicamentos que toma y los posibles efectos secundarios sobre la memoria, el sueño y la función cerebral.
  • Reduzca el riesgo de lesiones cerebrales debido a caídas y otros accidentes. Limite el uso de alcohol (algunos medicamentos pueden ser peligrosos cuando se mezclan con alcohol).
  • Deje de fumar, si fuma.
  • Duerma lo suficiente, generalmente de 7 a 8 horas cada noche.

Coma Alimentos Saludables

Una dieta saludable ayuda a reducir el riesgo de muchas enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas o diabetes. También puede ayudar a mantener su cerebro saludable.

En general, una dieta saludable consiste en frutas y verduras; granos enteros; carnes magras, pescado y aves de corral; y productos lácteos bajos en grasa o sin grasa. También debe limitar las grasas sólidas, el azúcar y la sal. Controle el tamaño de las porciones y beba mucha agua y otros líquidos.

Los investigadores estudian si una dieta saludable puede ayudar a preservar la función cognitiva o reducir el riesgo de Alzheimer. Por ejemplo, existe evidencia de que las personas que siguen una "dieta mediterránea" tienen un menor riesgo de desarrollar un deterioro cognitivo leve.

Sea Físicamente Activo

Estar físicamente activo, a través del ejercicio regular, las tareas domésticas u otras actividades, tiene muchos beneficios. Puede ayudarle a: Mantener y mejorar su fuerza

  • Tener más energía.
  • Mejorar su equilibrio.
  • Prevenir o retrasar enfermedades del corazón, diabetes y otras enfermedades.
  • Mejorar su estado de ánimo y reducir la depresión.

Los estudios vinculan la actividad física continua con beneficios para el cerebro también. En un estudio, el ejercicio estimuló la capacidad del cerebro humano para mantener viejas conexiones de red y crear otras nuevas que son vitales para la salud cognitiva. Otros estudios han demostrado que el ejercicio aumentó el tamaño de una estructura cerebral que es importante para la memoria y el aprendizaje, mejorando la memoria espacial.

Se cree que el ejercicio aeróbico, como caminar a paso ligero, es más beneficioso para la salud cognitiva que los ejercicios de estiramiento y tonificación no aeróbicos. Los estudios están en curso.

Las pautas federales recomiendan que todos los adultos hagan al menos 150 minutos de actividad física por semana. Intenta moverte unos 30 minutos la mayoría de los días. Caminar es un buen comienzo. También puede participar en programas que le enseñan cómo moverse con seguridad y evitar caídas, que pueden provocar lesiones cerebrales y otras. Consulte con su médico si no está activo y desea comenzar un programa de ejercicio vigoroso.

Mantenga Activa su Mente

Estar intelectualmente retado puede beneficiar al cerebro. Las personas que participan en actividades significativas, como el voluntariado o los pasatiempos, dicen que se sienten más felices y saludables. Aprender nuevas habilidades también puede mejorar tu capacidad de razonamiento. Por ejemplo, un estudio encontró que los adultos mayores que aprendieron colchas o fotografía digital tuvieron más mejoras en la memoria que aquellos que simplemente socializaron o realizaron actividades menos exigentes cognitivamente.

Muchas actividades pueden mantener tu mente activa. Por ejemplo, lea libros y revistas. Jugar juegos. Toma o enseña una clase. Aprende una nueva habilidad o pasatiempo. Trabajo o voluntariado. No se ha demostrado que estos tipos de actividades de estimulación mental prevengan el deterioro cognitivo severo o la enfermedad de Alzheimer, ¡pero pueden ser divertidos!

Los científicos piensan que estas actividades pueden proteger el cerebro al establecer una "reserva cognitiva". Pueden ayudar al cerebro a ser más adaptable en algunas funciones mentales, para compensar los cambios cerebrales relacionados con la edad y las condiciones de salud que afectan el cerebro.

salud cognitiv El entrenamiento cognitivo formal también parece tener beneficios. Tenga cuidado con las afirmaciones de que jugar ciertos juegos en línea y de computadora puede mejorar su memoria y otros tipos de pensamiento. La evidencia para respaldar estas afirmaciones está evolucionando. NIA y otros están apoyando la investigación para determinar si los diferentes tipos de entrenamiento cognitivo tienen efectos duraderos.

Manténgase Conectado y Activo Socialmente

Conectarse con otros a través de actividades sociales y programas comunitarios puede mantener su cerebro activo y ayudarlo a sentirse menos aislado y más involucrado con el mundo que lo rodea. Participar en actividades sociales puede disminuir el riesgo de algunos problemas de salud y mejorar el bienestar.

Entonces, visite con familiares y amigos. Participe en programas a través de su centro para adultos mayores u otras organizaciones comunitarias.

Todavía no sabemos con certeza si alguna de estas acciones puede prevenir o retrasar la enfermedad de Alzheimer y el deterioro cognitivo relacionado con la edad. Pero algunos de ellos se han asociado con un menor riesgo de deterioro cognitivo y demencia.

Reducir Riesgos para la Salud Cognitiva

Se cree que todos los factores genéticos, ambientales y de estilo de vida influyen en la salud cognitiva. Algunos de estos factores pueden contribuir a una disminución de las habilidades de razonamiento y la capacidad de realizar tareas diarias, como conducir, pagar facturas, tomar medicamentos y cocinar.

Los factores genéticos se transmiten (heredan) de un padre a un hijo y no se pueden controlar. Pero los factores ambientales y de estilo de vida pueden cambiarse, especialmente aquellos que puede controlar usted mismo. Estos factores incluyen:

  • Problemas de salud, como enfermedades cardíacas, diabetes, derrame cerebral y depresión.
  • Lesiones cerebrales
  • Algunos medicamentos o uso inapropiado de ellos.
  • Falta de actividad física.
  • Mala dieta
  • Fumar
  • Bebe mucho alcohol
  • Problemas de sueño
  • Poca actividad social y estar solo la mayor parte del tiempo.

Es importante prevenir o buscar tratamiento para estos problemas de salud. ¡Afectan su cerebro y su cuerpo!

Daños Cerebrales

Os idosos têm maior risco de quedas, acidentes de carro e outros acidentes que podem causar lesão cerebral. Álcool e certos medicamentos podem afetar a capacidade de uma pessoa dirigir com segurança e aumentar o risco de acidentes e lesões cerebrais. Aprenda e lide com os riscos de quedas e participe de programas de prevenção de quedas. Use capacetes e cintos de segurança para ajudar a evitar ferimentos na cabeça também.

Medicinas

Algunos medicamentos y combinaciones de medicamentos pueden afectar el pensamiento y el funcionamiento del cerebro de una persona. Por ejemplo, ciertos medicamentos pueden causar confusión, pérdida de memoria, alucinaciones y delirios en adultos mayores. Los medicamentos también pueden interactuar con alimentos, suplementos dietéticos, alcohol y otras sustancias. Algunas de estas interacciones pueden afectar el funcionamiento del cerebro. Los medicamentos que pueden afectar la cognición de las personas mayores incluyen:

  • Antihistamínicos para el alivio de alergias.
  • Medicamentos para la ansiedad y la depresión.
  • Ayudas para dormir.
  • Antipsicóticos
  • Relajantes musculares
  • Algunos medicamentos para tratar la incontinencia urinaria.
  • Medicamentos para aliviar los calambres en el estómago, los intestinos y la vejiga.

Falta de Actividad Física

La falta de ejercicio y otras actividades físicas pueden aumentar el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas, depresión y derrame cerebral, todo lo cual puede dañar el cerebro. En algunos estudios, la actividad física se ha asociado con un mejor rendimiento cognitivo y un menor riesgo de enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, se necesita más investigación en esta área.

Mala Dieta

Varios estudios relacionan el consumo de ciertos alimentos con el mantenimiento de un cerebro sano, y sugieren que otros alimentos pueden aumentar su riesgo para la salud. Por ejemplo, los alimentos ricos en grasas y altos en sodio pueden provocar problemas de salud, como enfermedades cardíacas y diabetes, que dañan el cerebro.

Fumar

Fumar es dañino para su cuerpo y cerebro. Aumenta el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y enfermedad pulmonar. Dejar de fumar a cualquier edad puede mejorar su salud.

Alcohol

Beber demasiado alcohol afecta el cerebro, ralentizando o deteriorando la comunicación entre las células cerebrales. Esto puede provocar dificultad para hablar, memoria confusa, somnolencia y mareos. Los efectos a largo plazo pueden incluir cambios en el equilibrio, la memoria, las emociones, la coordinación y la temperatura corporal. Mantenerse alejado del alcohol puede revertir algunos de estos cambios.

A medida que las personas envejecen, pueden volverse más sensibles a los efectos del alcohol. La misma cantidad de alcohol puede tener un mayor efecto en una persona mayor que en alguien más joven. Además, algunos medicamentos pueden ser peligrosos cuando se mezclan con alcohol. Consulte a su médico o farmacéutico para obtener más información.

Problemas de Sueño

A cualquier edad, tener una buena noche de sueño favorece la salud del cerebro. Los problemas de sueño (no dormir lo suficiente, dormir mal y trastornos del sueño) pueden provocar problemas de memoria, concentración y otras funciones cognitivas.

La apnea del sueño es un trastorno del sueño que causa pausas breves en la respiración cuando una persona está durmiendo. Puede provocar presión arterial alta, accidente cerebrovascular o pérdida de memoria. El tratamiento de la apnea del sueño comienza con cambios en el estilo de vida, como evitar el alcohol, perder peso y dejar de fumar. El uso de un dispositivo especial ordenado por un médico también puede ayudar.

Distanciamiento Social y Soledad

El aislamiento social y la sensación de soledad pueden ser perjudiciales para la salud del cerebro. La soledad se ha asociado con un mayor riesgo de demencia y una menor actividad social con una peor función cognitiva.

La Sabiduría en dos Tipos